domingo, 29 de julio de 2012

OPINIÓN: El temor de un hombre sabio


Puede que vaya a ofender a muchos amantes de la literatura fantástica con esta entrada, pero esta opinión es personal y fundamentalmente mía. Que conste que aún no me he acabado "EL TEMOR DE UN HOMBRE SABIO" de Patrick Rothfuss... pero es que me da bastante igual hacerlo. 

La saga de Kvothe (el protagonista) se ha vuelto muy conocida entre los lectores en los últimos años, junto con otros libros que han impulsado el llamado "renacimiento de la fantasía". Ahora la literatura fantástica no se basa en historias inverosímiles de magos que lanzan bolas de fuego y monstruos sobrenaturales que los personajes logran vencer sin ningún esfuerzo y todo sale bien. Ya no nos gustan las historias absurdas acerca de miles de problemas que se solucionan con una poción mágica, o con una espada, o con el nacimiento del "elegido", o por la magia del destino. La gente busca tramas más complejas, que nos emocionen, que tengan cierta lógica y en las que las cosas no siempre salen bien.

En mi opinión, EL TEMOR DE UN HOMBRE SABIO hace un esfuerzo por crear una fantasía más real, más accesible a la lógica y con mayor emoción... pero se queda a mitad de camino. El primer tomo, llamado "EL NOMBRE DEL VIENTO", se me hizo un poco lento con su historia del típico huerfanito bueno que tiene que recurrir al robo para sobrevivir en la gran ciudad. Luego en la Universidad mejoró un poco pero... si os soy sincera, no recuerdo nada más de la trama. Nada. No me llegó al corazón, digamos.



De este tomo todos dicen que es mejor que el primero. No les falta razón, pero aún así no lo veo capaz de apasionarme. Me cansan ciertas cosas de este libro:

- problema, solución, problema, solución: esta es la fórmula que se repite a lo largo del libro. No hay emoción... se hace cansino. Todo le pasa al protagonista, y el protagonista siempre sale bien. Una y otra vez. Una y otra vez. Si al menos hubiera una trama mayor para ir encajando engranajes, tira que te va. Pero a mi modo de entenderlo es como montar en la montaña rusa: vueltas y vueltas para bajarte en el mismo sitio donde has empezado.

- personajes irreverentes: el protagonista me saca de quicio. Es el mejor músico, el estudiante más brillante de la universidad, el más joven, el más guapo, el más listo, el más bueno, el más valiente, el más pobre, el más suertudo, el más lo-que-se-te-ocurra. No soporto este tipo de personajes que no tienen una sola debilidad. es como si un adolescente hubiera escrito cómo quiere ser y lo hubieran juntado todo en una misma persona. Puaj. Y luego la chica. Denna es la más independiente, la más astuta, la más enigmática, la más misteriosa... vamos, un prototipo irreal y encima plasta. Que no, que los personajes son absurdos.

- trama inexistente: ¿Hay algo más aparte de la vida de Kvothe en la universidad, y su búsqueda de los chandrian esos? ¿Sirve para algo esta historia, aparte de entretener? ¿Tiene una finalidad todo esto? A mí me parece todo un poco "sin sentido". Lo siento, pero no alcanzo a ver emoción en las cosas que pasan, ni que avance nada.

- situaciones absurdas: Supuestamente tienen que darme risa... pues no sé.


El libro tampoco es un horror, y puede ser que a muchas otras personas les encante y lo idolatren. Tiene sus cosas buenas también, según mi punto de vista tiene detalles que no se pueden pasar por alto como:

- momentos muy emotivos y emocionantes, sobre todo algunas conversaciones
- evidente esfuerzo por lograr explicar qué es la magia y cómo funciona, más como ciencia que como milagro
- plantear a las mujeres como seres libres de amar a unos y a otros, sin putificarlas
- frases que se quedan en la memoria

Pero no sé. A mí no me engancha. Lo veo facilón, con un estilo de escritura que no me acaba de convencer, y altamente sobrevalorado. Un libro que no llega a ser la basura a la que nos tenía acostumbrados la literatura fantástica, pero que no llega a mis expectativas de complejidad, estilo de escritura, humor ácido y maduro o historia arrebatadora.


NOTA: 6 de 10

lunes, 23 de julio de 2012

Todo sobre mi madre (I)

- Estoy muy preocupada, hija.
- ¿Qué pasa?
- No sé dónde iremos a parar... ¡que ha vuelto a subir el eurito!
- Euríbor, mamá... euríbor. 




- Hola mamá, ¿habéis ido a Valencia?
- Sí, a ver películas de snuff
- ¡¿QUÉ?! 
- Ay hija, ¿qué pasa? ¿Tan raro es que yo vaya a mirar? 
- Pero... 
- Que sí, que eres muy rara... como si yo no pudiera ir donde venden libros y películas
- Mamá, espero que quieras estar diciéndome "FNAC"
- Pues eso, snuff




- Quiero comprarme un apio. ¿Cómo que no sabes qué es el apio? ¡Qué verduras ni que ocho cuartos! Ay hija, estás desactualizada... ¡el Apio, ése móvil tan bueno!


- ¿Qué te pasa?
- Tu padre está enfadado porque no me acordé de su cumpleaños.
- Mamá, a ver... ¿qué día nací yo? 
- El 9 de marzo. 
- No. Ese es el cumple de Martita.
- Ay, el 14, que me he equivocado. 
- Ése es el de Ana...
- ¡Ay niña, pregúntaselo a tu padre!





Encajar

Cuando dejamos atrás la infancia nos damos cuenta de que no somos el centro del mundo: en el colegio te azuzan a competir con tus compañeros de clase, cada uno empieza a desarrollar su personalidad, los padres dejan de verte como esa cosa mona para convertirte en un "monstruo que no hace caso", dejas atrás gente y  empiezas a darte cuenta de que no eres eterno ni invencible. No eres el mejor, no eres importante, no mereces ser querido simplemente por existir. Cuando somos niños nos sentíamos los mejores, los papis nos querían, confiábamos en que cualquier cosa que nos pasara sería resuelta por un adulto, jugabas con tus compañeros de clase y no tenías demasiados problemas.

En el momento no nos damos cuenta, pero la adolescencia es una etapa jodida. Lo es, porque además de que nuestro cuerpo está cambiando para convertirse en adulto, tu cerebro sigue teniendo esa doble dimensión. Los compañeros de clase se hacen crueles y afloran problemas sociales de todo tipo. Empezamos a sentir amor, odio, envidia, rabia, inferioridad, complejos, miedo. La situación en el colegio empieza a torcerse, aparecen los típicos problemas que vemos simplificados en las películas del típico instituto americano, y muchas veces no encontramos ningún apoyo. Acabas chocándote con una realidad que no te habían contado de pequeño, el bueno no gana normalmente, y parece que si actúas con un mínimo de decencia tus amigos escupen a tu paso.

Aquí empieza una etapa donde la personalidad se va definiendo, aparecen ante nuestros ojos un montón de caminos que podemos tomar o dejar correr. Empieza el contacto con las drogas, con el sexo opuesto, con un nivel de estudios más exigente. Empiezas a pensar sobre temas que nunca te habías planteado, tus padres ya no son aliados sino opositores, y los patrones de conducta que te han inculcado desde niño también modifican tu forma de actuar y pensar. Por ejemplo a mí me educaron en el "cállate, yo soy la autoridad", por lo que sin darme cuenta me he convertido en una personita que se cree inferior al resto y que no siempre sabe sacar el carácter. Está claro que no toda la culpa la tienen los padres, pero sí tienen una gran responsabilidad en el futuro de los hijos. Si no hubiera tenido una fortaleza moral muy fuerte, ahora podría ser drogadicta porque me junté con una panda de camellos. Eso también forma parte de mi personalidad. Así pues, por esa dualidad entre "la autoridad es otro y debo obedecer" y "eso no pienso hacerlo", me he convertido en una persona que suele rehuir los problemas y a la que le cuesta pegar un corte a tiempo o imponerse a los demás, pero que no sigue la corriente. Es más fácil recibir de mí una respuesta gallega (del tipo "sí pero no" o "depende") que una afirmación rotunda. 

Bueno, me desvío. 

En esta etapa intentamos suplir la brújula que antes eran nuestros padres por los amigos. El grupo cobra una importancia impresionante para la persona, y el miedo a la discriminación es brutal. A la vez se está configurando tu personalidad y ves que no encajas con todo el mundo. Se empiezan a formar grupos, y entre ellos rencillas y peleas, aversiones brutales que -alentadas por la inmadurez- pueden llegar a un acoso que acaba en la destrucción psicológica de una persona. Imaginad por un momento que las situaciones que vivimos en la adolescencia se trasladaran a tu grupo de trabajo actual... duro, muy duro. 

Ser distinto en este ambiente es duro, muy duro. Y es de ser muy valientes anclarse en los valores propios y no dejarse llevar por el resto. De adultos no somos conscientes de la cantidad de problemas y desajustes que tenemos en esta etapa, olvidamos el dolor y los golpes porque acabamos insensibilizados, acabamos aprendiendo por la fuerza que lo importante no es encajar. Muchos se pierden por el camino, tomando decisiones que destrozarán su futuro o a las personas que quieren... me refiero a las drogas, el uso de la violencia, la incultura, el fanatismo, etc. Es como que hay personas que se quedan atascadas en una adolescencia eterna y no saben salir. 

Yo siempre he sido la rara de mi clase, y he tenido bastantes problemas por ello. Nunca me he sentido como parte de un grupo, y pocas veces me siento valorada por los demás. Siento la gran necesidad de encontrar a esa persona que me acepte y me quiera por lo que soy, y que a mis ojos sea perfecta... quizá es porque al ser hija única muchas veces me siento sola y sin nadie con quien compartir mis inquietudes. Tengo una personalidad muy afianzada, soy fuerte y a la vez débil. Mi principal miedo es ser un lastre, ser inferior, no ser capaz de hacer lo que hace el resto. Quiero ser diferente y ser valorada por ello. Porque además soy cabezota, y orgullosa, y no estoy dispuesta a dar mi brazo a torcer... pero a la vez odio las discusiones y los malos modos, no tolero los gritos, y puedo llegar a tener alguna reacción violenta si se me calienta demasiado. 


No sé, la necesidad de encajar configura en gran modo tu personalidad en la edad adulta. ¿O no? ¿O es una reflexión estúpida?

domingo, 22 de julio de 2012

Guns n'Roses, compañías, y otras cosas mariposas

He estado varios días sin pasar por la blogosfera: ¡Estaba en el Costa de Fuego! Para quienes no sepáis de qué va este festival, decir que es un macrofestival (de esos de tienda de campaña y noches sin dormir) de música heavy en Benicassim (Castellón). Pues eso, que he estado fuera, disfrutando de la música y de la compañía de otros cientos de seres humanos hacinados en un vasto territorio cual ganado ovejuno.


Bueno, vi Guns n'Roses. Os voy a decir algo que quizá caiga como un rayo: el concierto fue un aburrimiento mortal y supino. Muy mal, al menos lo que me pareció. Estuve más pendiente de pasar el peso de un pie a otro que de las canciones. Porque esa es otra: las únicas canciones que movían a la gente eran las archiconocidas del grupo tipo "Sweet child o´ mine". Además, el gran cantante de la banda se ha quedado sin voz, y resultaba soporífero... Otra cosa que me jodió mucho fue la segunda canción que cantaron (ahora no la recuerdo). Proyectaban sobre la pantalla imágenes de tías con las tetas casi fuera, ropa ceñida, mirada de cerdez y poses de "fóllame". Quizá no me hubiera importado tanto si no hubiera sido una visión TAN MACHISTA que hasta los propios tíos susurraban que menuda imagen de mujer estaban transmitiendo. En serio, degradante. Me aburrí, y encima me cabreé. 


Con Nightwish todo lo contrario, y con Dunedain igual. Eso hace que el balance del festival sea mejor, porque realmente lo pasé bien. 


Pero no me sentía en mi ambiente...  


Hubo momentos de todo. Aunque los amigos de Chicombre me acogieron con todo el cariño del mundo, sigo sintiéndome una extraña. El salto generacional es grande, y me siento cohibida e insignificante con gente más mayor. No puedo desplegar mi personalidad porque me da miedo ser "la niñata esta". No tenía ganas de hablar ni de meter baza, porque entre que hablaban de cosas (como pasa en todos los grupos de amigos) de las que muchas veces no me enteraba por ser recuerdos de otras personas, o cosas que pasaron juntos. Yo no me siento con capacidad para encajar completamente, y más cuando el grupo es grande. Por otra parte, y muy unido a esto, el tema drogas: estoy bastante orgullosa de mi personalidad al saber decir que NO quiero porros ni más movidas en mi vida, soy una tía sanota y quizá sea un poco radical... pero me da inmensa pena ver que para pasarlo bien la gente necesita marihuana en cantidades industriales. Además eso me da grimilla. Y Chicombre se apuntaba a este rollo de "un porro tras otro" que a mi me da tanto mal rollo. No sé, soy rara... pero no me gusta que mi pareja vaya en un plan tan alejado al mío. Y encima al ser él más mayor, no me encuentro en disposición de  decirle nada porque me siento cría, me siento sin derecho. No sé. Es esa especie de "inferioridad aprendida" respecto a los demás que tengo dentro y tanto me atormenta. 


Si a esto sumamos que Chicombre apenas me dio conversación durante los cuatro días que estuvimos allí, pues aún decaí más. Y yo no soy de pedir migajas, así que hacía mi movida y me iba con las otras chicas... pero me sentía fuera de lugar y sola. No es que pasara de mí porque no son así las cosas, pero es como que se olvidaba de mi presencia durante largos periodos de tiempo, o no le interesaba demasiado que yo me sintiera cómoda. Se limitaba a darme un par de palmaditas en la pierna y algún besito esporádico cuando se acordaba, pero eso a mí me vale más bien poco. Además de haber estado durmiendo solos en una tienda de campaña esas noches y que ni siquiera fuera para meterme mano, para tocar mi piel, o para hacerme sentir sexy, o para acercarse un poco... me supera. Me supera la situación. No sé si también será por el salto de edad, pero realmente me estoy dando cuenta de que no me llena un hombre que no parece sentir deseo hacia mí y hacia mi cuerpo. Me hace estar molesta, insatisfecha, no me siento valorada. No me siento "mujer" a su lado y eso es muy triste... por mucho que le haya dicho que estoy empezando a sentirme algo frustrada, no reacciona. Parece que no me vea como una persona atractiva sexualmente, y eso repercute en cómo me siento yo hacia mi cuerpo y hacia mi persona. 


Dirá la gente "eh, tienes que quererte más". Pues sí... pero cuando estás empezando con un tío y no sientes que tiene una NECESIDAD de follarte, de darte orgasmos, no hay pasión, no te sientes deseada por él... Yo sinceramente no estoy a gusto. A lo mejor soy una persona muy sexual, pero creo que tampoco estoy pidiendo grandes cosas: nunca me había pasado esto. No. Y cuando ves que ése tío tiene muchísimas cosas buenas pero también ves defectos o actitudes que te repelen, y además no te sientes mujer a su lado, pues te calientas la cabeza. Es como si estuviera viviendo en el tópico de que a las mujeres nos duele siempre la cabeza, pero al principio de la relación. Es triste y frustrante para mí. No quiero envolverme en una relación sin pasión, sin conversación, sin... sin muchas de las cosas que valoro en mi pareja y a las que no pienso renunciar.




No me siento muy valorada, la verdad. No sé. No creo que se interese demasiado en conocer mis sentimientos ni le importen lo que deberían. Yo estoy hecha un lío. Y cabreada, porque estaba tan contenta de conocer esas cosas que tanto me gustaban de él, pero que al sumirme en un torbellino de insatisfacción cuentan cada vez menos... ya no sé ni qué decir. 


Porque luego bien que me dice que me quiere mucho, que soy importante para él, que si venga a llamarme guapa, que si quiere que le dé mi opinión sobre las cosas. Que si hay algo que no me gusta, que lo diga... pero también está que, como no me atrevo a desplegar mi personalidad completa, no me atrevo a ponerme chula por miedo a estar teniendo "una rabieta" (aunque no soy así, y me veo bastante madura para mi edad), no me atrevo a decirle "oye, no me gusta ESTO que haces". 




Ya veremos cómo y cuándo se resuelve esta situación.
Lo que sé es que no voy a estar así por siempre.


Estoy un poco triste y decepcionada, espero que el siguiente post me pille más animada. Pero hoy no puedo evitarlo. Sé que es un tostón leer esto... pero mira, es lo que me nace del corazón. Como es mi blog y me lo frunjo cuando quiero... pues eso que me llevo. Al menos me frunjo algo. Psché.
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He vuelto de Benicassim para encontrarme con noticias descorazonadoras. ¿De verdad piensan impedir el aborto cuando hay malformaciones del feto? ¿Van a darles más dinero a las madres cuyos futuros hijos tengan estos problemas? ¿Son conscientes de que no tienen NINGÚN DERECHO a decidir sobre cómo voy YO a vivir mi vida? ¿Si tengo un hijo que no se podrá valer por sí mismo durante toda su vida, tendré que renunciar yo a la mía? ¿Puedo permitirme, con la crisis que está cayendo, dejar mi trabajo para cuidar a un hijo de por vida? ¿Cómo se puede ser tan cerril y absurdo? ¿Se harán cargo ellos de la educación y la calidad de vida de un niño con malformaciones? ¿Se harán responsables de las familias? ¿Aumentarán las ayudas? ¿Mejorarán su calidad de vida? ¿Pagarán los tratamientos médicos que sean necesarios con tanto recorte? ¿Quién se hará cargo de esa personita con dificultades cuando yo muera? ¿El gobierno? ¿Tendré que tener otro hijo (sano) para que se haga cargo de su hermano? ¿Eso sí es moral, y tener otro niño para salvar a un hijo anterior de una enfermedad que podría ser mortal, no?

Mejor dejar de jugar a ser dioses, y de imponer ideologías, y que cada uno haga lo que le dé la gana. Que parece que aquí se obligue a la gente a abortar simplemente porque esté permitido, y no es así. Ya no estamos hablando de un problema de salud sexual sino de la vida de las mujeres, de nuestra capacidad de decisión... pero parece que está de moda recortarnos derechos, y encima esperan que aplaudamos. Desde luego que esto es un espectáculo. De los dantescos.

HAY QUE JODERSE

miércoles, 18 de julio de 2012

(ser o no ser) Superficial



Si algo me jode de verdad es que se me acuse de algo que no he hecho, o algo que no soy. Y sobre todo cuando es por molestar, simplemente. O porque dicho jodedor en cuestión no habla excepto para soltar sapos y culebras por esa boca, y le gusta hacer daño porque (quizá) se siente en una situación de poder. Hay gente a la que le mola hacer llorar a los demás, o provocar dolor, o simplemente herir el ego de los demás... supongo que porque no tienen la autoestima muy elevada o no consiguen lo que quieren.

Bueno, voy a hablar de un caso que me toca muy de cerca: Capullo Integral. Antes de eso, comencemos con una pregunta: ¿Alguna vez habéis estado con un chico/chica que no os ha atraído sexualmente? Es más, ¿alguna vez habéis tenido una relación romántica con alguien que sabíais que era feo a rabiar? De esos muy muy difíciles de mirar... pues mira, yo sí. Conocí a Sol-y-Sombra chateando por internet, y resultó que era colega de una antigua amiga, y que teníamos varios amigos en común. Finalmente nos decidimos a quedar, y lo primero que pensé cuando lo vi de lejos fue: "que no sea ese, por favor, que no sea ese". Cualquier chica con un mínimo de cabeza o de sentido arácnido hubiera huido como un cerdo al ver ante ella semejante ser, pero yo pensé "bueno, vale... es un poco asqueroso, pero la belleza está en el interior". Y allá que me fui, cuando desde el primer momento me dio grimilla. Un año duramos... hasta que mi cuerpo se rebeló y la mínima excitación que había sentido con él se transformó en una especie de repugnancia y rechazo, no me decidí a cortar por lo sano. Este chico no se merecía a alguien que no quería que la besaran porque sentía que se ahogaba... merecía alguien que lo quisiera totalmente. Y yo no era esa persona.

Bueno, a lo que vamos.

Creo que es básico que haya una atracción física para formar una pareja: si estás con un hombre/mujer que te tira para atrás desde el principio, por muy inteligente o simpático que sea, eso no puede ser. Y ojo, no me estoy refiriendo a que "atracción física = me gustan tíos buenos modelos". No. Con esto me refiero a que te parezca atractiva y bella una mirada, su sonrisa, la forma de sus clavículas (no, no invento), su pelo, su nariz, su forma de hablar o sus manos. Yo no he sido de estar con tíos macizos, me han atraído más feotes. Hay una cosa que me resulta muy sexy y son las narices ganchudas. ¿Por qué? No lo sé, generalmente a la gente no le gustan las narices judías pero a mí me parecen preciosas.

Pues eso. Que la persona de la que te enamoras tiene que tener algo que te guste, porque si sientes rechazo ahí no hay amor. Además de eso, lógicamente tiene que tener un interior que agrade: unos valores, forma de ser y de pensar, su manera de entender la vida... no sé, hay millones de aspectos que deben encajar. Y todos son importantes. Además, siempre te va a llamar más la atención de primeras alguien que encaja con tus expectativas que quien las incumple... quizá luego te guste el otro, pero de primeras el factor "escaneando la presa" existe.

Pues nada, llega Capullo Integral y, por explicarle esto, me dice con toda la cara del mundo y con muy malos modos que soy una superficial. Pues no sé, a lo mejor lo soy y no me he enterado. Pero me parece que una persona que, como él, se pasa el tiempo criticando el cuerpo o la cara de las chicas que pasan por la calle y sacando motes a los demás no es quien para decirme a mí ni mú. Y más con esas ínfulas de "don perfecto", porque vamos... que de perfecto no tiene ni un ápice, ni física ni interiormente. Capullo Integral es el típico hijo de puta (sí, con todas las letras) de un grupo de tíos que habla por herir al resto, que no se calla nada, que es maleducado y cruel de ésa forma estúpida que sólo saben hacer estos chicos.

Capullo Integral me dijo hace tiempo que siempre le había gustado yo. Pues bien, tú a mí no. Jamás conseguirás gustarme por mucho que te esfuerces, porque no solamente no tienes esos "rasgos" físicos que me atraen sino que estás podrido por dentro. Es chulesco, cruel y malvado, posesivo, creído y racista, con un ramalazo machista y brutal. Es la típica persona a la que miras a los ojos y ves una sombra, una amenaza. Se cree malote, pero es simple y llanamente "desalmado".

¿Estaría este tío con una chica que considerara fea? Teniendo en cuenta las miles de críticas que saca a todas las féminas que se cruza, no. Si una no tiene culo otra tiene culo de pato. Otra tiene los ojos juntos, o separados. Otra podría estar más delgada. La siguiente no tiene tetas... y así hasta el infinito. Cuando aparece una que puede ser aceptable, se dedica a decir "melafo" como los niños de 16 años. Asqueroso, y lo peor es que él tampoco vale nada. A veces me dan ganas de abofetearlo y decirle que se mire en un espejo y reflexione si realmente se merece a una sola de las chicas que ha criticado. Por imbécil.

Pues bueno, ahora resulta que yo soy muy superficial porque no me atrae cualquiera. Me jode, y vamos si me jode... menos mal que mi conciencia está tranquila. No, tranquilísima. ¿Qué sabrá este tío de nada? ¿Qué sabrá este tío si no es maduro ni tiene un mínimo de decencia? Yo no soy la persona perfecta, y lo sé. Tengo millones de fallos, no me gusta la incultura ni quienes la exhiben, no me gusta la gente lerda, no soy todo lo formal que debería, a veces soy irresponsable, a veces soy demasiado pasota... pero jamás he sido de superficial.

¿Por qué la gente tiene esta doble moral? A todos se les llena la boca diciendo "la belleza está en el interior" pero cuando en una discoteca el feo se acerca a bailar a alguna, todas escapan riéndose y dando chillidos. ¿Acaso tienen el encefalograma plano, o es que no se dan cuenta? Esas actitudes hacen daño, y además son innecesarias. Luego, cuando yo no me aparto del feo como si fuera la peste, incluso hablo con él un poco, y me da igual lo que piense el resto... se ríen de mí y me preguntan por qué dejo que me vea la gente con ése. No entiendo. ¿La gente actúa así por ser idiota? ¿O simplemente es por maldad?


Hace tiempo dejé que Capullo Integral hiciera mil juicios injustos sobre mi persona, él que no me conoce de nada, solamente por no herir sus sentimientos. Porque acababa de rechazarlo. Acabé llorando y muerta de rabia, y mordiéndome la lengua para no soltarle todo lo que pensaba de él. Porque soy idiota. Pero no lo pienso volver a hacer, igual que no pienso volver a dejar que me repita ni lo más mínimo. Alguien como ése no se merece lograr que el resto de personas se sientan mal. No se merece conseguir que los demás lloren por sus comentarios de perfecto gilipollas.

Porque este tío sí que es ASQUEROSO. Y no justamente por su aspecto.


Como se atreva a decirme "superficial" o cualquier otra cosa de nuevo, le canto las cuarenta. Y a lo mejor se va con regalito a casa, una mano bien estampada.

¡AY, QUÉ GENTE!

martes, 17 de julio de 2012

Frustración


Hay determinadas cosas que no alcanzo a entender en Chicombre, ciertas cosas que no me parecen normales... no me parece normal que hable con él para comentarle que follamos muy poco y no haga nada por mejorar la situación. No me parece normal que, al empezar una relación con tu chica, no tengas ganas de hacerle el amor cada dos minutos. No me parece normal que quedemos cinco días para estar juntos y, en lugar de quedarnos juntos en el piso nuevo, vayamos a casa de su familia. No me parece normal que en estos cinco días hayamos estado yendo y viniendo al piso y no haya sido ni para ponerme ojitos. No me parece normal que apenas nos besemos. Ni que apenas sienta el impulso de tocarme una cada mil veces. Ni que, aunque me desnude delante de él para ponerme el bañador, o para cambiarme de ropa, me mire como si en lugar de una tía desnuda fuera un sombrero.

No sé qué decir.
Ni qué pensar. Nunca me había pasado esto.

¿Esto es normal? ¿Es esto lo que quiero? Si estamos así al principio, ¿cómo vamos a estar dentro de un año? ¿Esto se pasará? ¿Es que va estresado como me dijo? ... Estoy frustrada y me siento como una mierda. Hoy se lo he comentado, y me ha dicho algo así como que entienda que "no es una semana normal, que estamos de mudanza". Pues bien, pero la siesta bien que se la echa, estemos de mudanza o no. Y que no sabe por qué le doy tanta importancia a este tema.

Pues no sé, ¿porque yo sí siento el impulso de acostarme contigo y hacerte disfrutar, tal vez? Pues porque desde que empezamos, hace 4 meses, las cosas son así... y se mantienen.

Ya me estoy viendo otra vez en una situación de frustración sexual. Desde los 16 años (en los que me acosté con un chico la primera vez) hasta los 22 no sabía lo que era un orgasmo. Pero al menos me sentía deseada... no como ahora. Y no he cambiado, y sigo teniendo un cuerpo atlético, y no me he hecho fea de repente. Gusto bastante a los chicos y no creo que no lo tenga todo en su sitio. No quiero volver a la situación en la que no siento nada, y encima añadiéndole que no me siento deseada por mi pareja. Eso me destroza.

O a lo mejor estoy exagerando demasiado, y que sientas que al hombre que has elegido le da igual estar en la cama contigo o con una silla no tiene importancia. Entendería que fuera agobiado, que tuviera mucho trabajo y estuviera pensando en mil cosas... pero no es el caso. Ha acabado el curso y todo sigue igual.

No, si al final sería mejor que se buscara una de esas mujeres que lo quieren hacer una vez cada tres meses y siempre le duele la cabeza... una de ésas de las que tanto se quejan los hombres. Porque está claro que dios le da pan a quien no tiene dientes.

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P.D: un rato después de leer esta entrada me sabe mal haberla escrito. Obviamente, no todo en Chicombre es esto. Es cariñoso, y se preocupa mucho por mi. Tiene detalles, me respeta, me dice que me quiere, confía en mí, obviamente me lleva a casa de su familia porque parece tener interés a la larga en nosotros. Sería injusto no reconocer todo esto... porque es una gran persona, y tiene cantidad de cosas buenas. 

viernes, 13 de julio de 2012

La gente es tonta y no lo sabe



El otro día unos amigos vinieron a cenar a mi casa, con la esperanza de jalarse mis deliciosos sándwitches de pollo, mis doritos y mis refrescos de gratis ante mi gran satisfacción. El plan era que yo invitaba al festín y luego veríamos una peli.

El problema estribó en qué peli ver. Saqué mi colección de piratería y también mis DVD's originales que da gusto verlos, pero no conseguíamos ponernos de acuerdo. Dos querían ver alguna de Harry Potter (sí, en mi grupo la friki soy yo pero TODOS somos de la generación mágica y a TODOS nos chifla todo lo que tenga que ver con Hogwarts y nuestra infancia), el chico quería ver algo de Tarantino, y yo tuve un ataque de poligonerismo y prefería ver "Con derecho a roce" que me habían dicho que era una risa. Estuvimos intentando convencernos los unos a los otros de que nuestra opción era mil veces mejor que la de los demás, pero no hubo manera.

Como no conseguíamos ponernos de acuerdo ninguna película decidimos optar por la vía más pacífica y bajar al videoclub más cercano (de los 2 que quedan en nuestro pueblo-ciudad), elegir una que nos dejara satisfechos a todos o al menos no nos impulsara a sacarnos los ojos unos a otros. Además contribuiríamos con la industria del cine pues dejaríamos a un lado la piratería y aportaríamos algunos euritos a la decadente empresa del alquiler de películas. Vamos, todo ventajas.

Así pues, nos cogemos el coche antes de cenar y vamos hasta el pueblo (vivimos en una urbanización a las afueras donde no hay nada más que pinos y piñas). Buscamos aparcamiento y entramos al videoclub rezumando buen karma por todos los poros.

Si os digo que estuvimos 20 minutos vagando entre las estanterías -que todo hay que decirlo, no había mucha oferta- para elegir algo no exagero: yo no quiero de sangre, comedia no que no me da risa, de Scarlett no que le tengo manía, esa ya la he visto, de miedo no, de aventuras no que son muy malas, dramas no que luego me paso la tarde llorando, esa me han dicho que es malísima... vamos, que no sé qué cogimos al final pero fue un milagro. Por fin teníamos una película en nuestro poder y podríamos cenar y disfrutar de una noche de cine.

Nos ponemos en el mostrador, y en el otro lado aparece una chica mascando chicle, con el pelo oxigenado y cara de malas pulgas.
- ¿tenéis carné de socio?
- Ehm... no.
- Entonces no podéis sacar- y se da la vuelta para irse.
- ¡Pues nos lo hacemos, espere!

La chica se vuelve a girar y suspira con desgana, y empieza a toquetear el ordenador sin dejar de mascar.

- ¿A nombre de quién?
- Loba Feroz. 
- ¿DNI?
- 537 827 426 69-w
- ¿teléfono de casa?
- 96 163 238 92
- ¿teléfono móvil?
- 699 762 842
- ¿dirección?
- Calle del pepino número 5, 43600. 
- ¿Factura?
- ¿perdone?
- Fotocopia de una factura de agua o luz. 
- ¿cómo? 
- Que sí, que tiene que darme una factura del pasado mes para que comprobemos que realmente vive donde nos está diciendo. 
- mire yo vivo en casa de mis padres y...
- pues tienen que bajar con una factura y 15 euros.
- ¿15 euros? ¿Pero no cuesta...?
- Cuando pase un año y comprobemos que devuelven todas nuestras películas se los devolveremos.
- Pero... pero yo quiero sacar esta película, solamente esta... tengo el dinero, tengo el DNI...
- Pero no tiene fotocopias de facturas. 
- Mis padres siempre vienen a este videoclub, ¿puedo cargársela a ellos?
- ¿Cómo se llaman?
- Lobamadre y Lobopadre.
- A ver... sí, están.
- ¿Entonces? ¿puedo ponerles esta película en su cuenta?
- No. 
- ¿Cómo?
- Que no. Para sacar películas tienes que ser socia y para ser socia tienes que traerme facturas de la casa a tu nombre.
- Vivo en casa de mis padres, ya se lo he dicho.
- Pues que se hagan ellos la cuenta.
- ¡Pero si la tiene usted ahí!

Vamos, que después de un diálogo de besugos en el que la choni se empeñó en repetir "la factura, la factura"  y todos nosotros nos desesperamos, nos volvimos a casa sin película y despotricando. Finalmente vimos una peli pirata de Harry Potter... como era de esperar.

Pero la pregunta es: ¿La gente es idiota? Encima que están de capa caída, que todo el mundo tiene las mayores facilidades para bajarse todo tipo de archivos y no acercarse a un mísero videoclub, ¡encima te ponen millones de inconvenientes para sacar una mierda de peli! La gente es tonta y no lo sabe. No lo sabe.

jueves, 12 de julio de 2012

Estrenar nuevo hogar


Chicombre se cambia de hogar, y yo estoy ayudándolo con la mudanza. Ahora vivirá en un bonito piso, muy amplio, no como su anterior casita desangelada y sin apenas muebles, cerca del centro de la ciudad. Aunque a mí me gustaba su pequeño piso alquilado a un yayo, simplemente por los pósters de naturaleza que había ido colgando en su estudio. O por la cantidad de libros de sus estantes a punto de romperse.

Es bonito ayudarle a meter en cajas sus cosas, sus trastos, y que me vaya contando de dónde sacó tal o cual cosa. Me gusta descubrir poco a poco más cosas sobre él. Me dice que antes o después tendré que ir ayudándolo a decorar su nueva casa porque espera que algún día yo también lo llame "hogar". Me gusta haber estrenado su nueva cama entre risas y caricias, y pensar que mañana dormiremos juntos allí, entre las cajas sin desembalar. Me hace ilusión ayudarle a aclimatarse, a redistribuir sus cositas. Me gusta que me pregunte cómo las prefiero, o dónde quedarían mejor sus viejos VHS, o si creo que la televisión cabrá en ése mueble. U oírle decir que tendremos que ir a buscar un par de mesitas de noche para poner lamparitas porque si no, no podré leer en la cama.

A mí esos detalles, que cuente conmigo para estas cosas, me parece más romántico y me ilusiona más que una cena o un poema. Sentir que realmente importo porque me tiene en cuenta sin darse cuenta, o por pequeñas frases y gestos en los que me fijo. Y me gustan tanto o más como que me diga "te quiero". Porque las palabras se las lleva el viento y realmente lo único que queda son los actos de las personas, lo que te demuestran... si sabes ver.

Es bonito estrenar una casa.
O ayudar a estrenarla a alguien que te quiere.

Quien espera, desespera

Alma Tadema, Expectations


Hay ciertas edades en las que se pasa un poco mal viviendo en casa de los padres.

Aunque dejé la adolescencia hace bastantes años ya, parece que mis progenitores no se hacen a la idea de que soy una persona ya hecha y derecha con mis propias motivaciones y pensamientos. Creo que aunque cumpla 40 años no dejaré de ser "la niña" ni se acabarán las absurdas situaciones en las que mi madre se cabrea como una mona porque supuestamente no mastico bien el pescado, porque mis pendientes están pasados de moda o porque la falda no me combina con la camiseta. O por que no considero que lo peor que existe en el mundo sea guardar calcetines viejos con los nuevos y que un visitante lo descubra. Mi madre es bastante nazi de "la compostura y el saber estar", tanto que agota física y psicológicamente (y no solamente a mí). Para ella la máxima satisfacción es que su hija sea la más estilosa de mi grupo de amigas, la que mejores notas saca, la que tiene el pelo más bonito, la más popular... y se ha llevado un chafón bastante gordo conmigo, que soy pasota en cuanto a lo social y me gusta más leer que pintarme. A mí no me importa demasiado, pero a veces es triste ver que por muchos valores morales o inquietudes que yo tenga, no se me van a tener en cuenta porque debería ir más arreglada o porque debería ser más femenina. Pero a mí me gusta cómo soy.

Suena feo, pero desde pequeña mi gran ilusión era vivir sola. Quizá sea porque estoy acostumbrada a la soledad por ser hija única, o porque nunca he sido demasiado buena adaptándome a normas que no acabo de comprender. No soy demasiado familiar, además los pocos parientes que tengo viven lejos y tampoco me he relacionado mucho con ellos. Aunque soy hija única no me he visto jamás el egoísmo que nos adjudica el tópico, sino que comparto todo lo que puedo con todo el mundo. Me aturden un poco las grandes masas de gente, igual que además de estar acompañada necesito mis momentos de recogimiento y silencio para poner en orden mis ideas. Soy independiente como los gatos, qué se le va a hacer.


No tengo mal carácter, aunque me avergüenza y me apena no tener suficiente paciencia para aguantar algunas cosas de mi familia. Supongo que somos tan diferentes que lo único que podemos hacer es tolerarnos, pero no es fácil cuando se empeña en resaltar durante horas qué es lo que no le gusta de mi persona, y en compararme con las hijas de sus amigas (que son tan divinas y tan perfectas, "como toda madre querría que fuera una hija, no como tú que no sé de dónde has salido"), con las chicas de mi grupo, o con cualquiera. Yo intento pasar y hacer como que no oigo nada, pero no es fácil y acabo explotando. Y salen de mi boca esos tópicos absurdos de "ojalá hubiera sido drogadicta como Martita". La verdad es que no me gusta sentirme poco valorada por las personas a las que, supuestamente, deberían ser las que más quisiera. Pero esas actitudes del día a día, las broncas interminables por nimiedades, que sólo se pueda conversar de ropita o de moda... a mí me separan. Ojalá fuera de otro modo.




Mi padre dejó de hablarme cuando yo tenía siete años. Cuando tenía 11 volvió a dirigirme la palabra, pero tampoco demasiado. En sus cualidades no está la felicidad, y a veces peca de severo y rígido, y conmigo alguna vez ha llegado a las manos... aunque también es muy inteligente y culto, y por ello lo admiro. No tiene muy buen carácter, por lo que aprendí de pequeña a no molestarle demasiado y simplemente escuchar sin dar demasiada importancia a sus palabras. Como él tampoco daba demasiadas muestras de querer acercarse a mí, mantengo con él una especie de relación de amor-odio en la que no es fácil mantener una conversación normalizada porque es tan fácil enfurecerlo sin querer como tropezar en un camino empedrado. Bastantes veces me culpa de que mi madre no le haga caso, o de que su matrimonio se fue al garete cuando yo nací... porque es incapaz de asumir que mi madre no lo quiso nunca como pareja, sino que se casó con él porque se estaba haciendo mayor. Es duro ver cómo tus padres no se soportan entre ellos pero piensan que la culpa nunca es suya... y que no hacen nada por resolver la situación. Aún así lo quiero, porque es mi padre. Y quiero a mi madre porque es mi madre. 




Pero me gustaría que algún día me miraran y se dieran cuenta de que ya soy una mujer hecha y derecha, formada y con sus propias expectativas de vida.  Me gustaría que en casa hubiera otro ambiente diferente al de siempre. Y creo que únicamente lo lograré saliendo de aquí, distanciándome un poco, logrando que valoren mis méritos desde un poco de distancia en lugar de estar intentando trazarme un camino que no quiero elegir. Sé que mi madre intentará elegirme hasta el trabajo, porque ya ha buscado entre sus amigas un puesto sin siquiera consultármelo (y justo en el aspecto que menos me gusta). Sé que le encantaría tener una hija famosa y divina, pero a mí eso no me va. Y mi padre no sé qué quiere para mí, porque nunca me ha hablado de ello.




Mi familia es así. A veces resulta un poco frustrante intentar cambiar la situación, pero yo no tengo traumas (bueno, a veces me entristezco recordando esa tarde de cuando tenía 7 años... o alguna bronca terrible que hemos tenido, pero no lo considero traumático). Lo considero normal porque no conozco otra cosa, aunque alguna vez me he quedado muy extrañada al ver familias en las que, aunque discuten, también tienen confianza entre ellos o se cuentan las cosas, o son capaces de bromear. Incluso me deja impactada ver un matrimonio que se besa o se hace mimos. Me gustaría haber tenido un hermano mayor, o simplemente me gustaría que las cosas hubieran sido distintas.


Por eso intento ir con pies de plomo a la hora de elegir una pareja, y creo que a veces peco de buscar la perfección... pero tengo miedo de acabar como ellos, que han sido infelices. Por eso también me da miedo y me crea sentimiento de rechazo tener un hijo, porque no quiero cometer determinados errores que llevo en la sangre. Me da ahogo pensar en tener un hombre a mi lado al que yo no fuera capaz de hacer feliz, o de amar, y acabar aborreciéndonos el uno al otro, dándonos malas contestaciones y devastándonos. 


Vamos, que estoy esperando salir al mundo laboral para dejar un poco estos pensamientos atrás... aunque a la vez me da un poco de miedo no ser capaz de desenvolverme por mí misma. 


Bueno, no tiene mucho sentido esta entrada. Tampoco tenía pensado escribirla, pero ahora no me apetece borrarla. Ha quedado un poco como un escrito de diario personal... y al fin y al cabo, supongo que esto es lo que significa un blog. 

miércoles, 11 de julio de 2012

El vicio

Atención: entrada tonta dedicada al WOW. 

Mi cazadora en las profundidades fosforescentes de Infralar

Me puede el vicio.

Después de muchos meses, había conseguido dejar el WOW. No es que me hubiera supuesto mucho sufrimiento, sudor o lágrimas, porque simplemente me aburría cual ostra debido al escaso contenido al llegar al nivel máximo. También coincidió que mis compañeros de Hermandad pasaban millas inglesas de entrar o hacer cualquier cosa, y que estaba hasta el pirri de repetir lo mismo día tras otro.

Son razones de peso. No debería estar pagando para este timo y este rollo. Además carezco del suficiente interés o paciencia para repetir día tras día las mismas misiones, o como para invertir un tiempo precioso para equipar a mi personaje como corresponde. Tampoco me aportaba demasiada satisfacción subir de cero otro personaje, así que decidí dejarlo racionalmente.

Pues no.

He vuelto a caer como una tonta nada más llegar el verano. Si no estoy demasiado tiempo por casa... si continúa la misma sensación de hastío vital cuando entro, si no tengo motivos para continuar en el World of Warcraft.... PERO AQUÍ ME HALLO. Porque es como una secta: sabes cuándo entras pero nunca sabes cuándo sales.


Yo soy cazadora-bestias. He probado otras clases (como el Chamán, Paladín o Caballero de la Muerte) pero puedo afirmar sin temor a equivocarme que yo, la Loba, SOY cazadora. Además de un vínculo con mi personaje basado en el esfuerzo empleado para sacarlo adelante, además del tiempo invertido en ella... me une un lazo casi-psíquico. Llevo muchos años batallando con Aen, mejorando en todos los aspectos, y no hay otra clase con la que me sienta tan segura como con esta. Ni tan a gusto, ni que me brinde tantas oportunidades. No soy Tank, ni Healer, pero no quiero esas responsabilidades tan grandes. A mí dadme a mi cazadora para PvP y para hacer DPS, y yo cuidaré de mi misma. Además está la "filosofía de personaje": ideal para estar solo, es independiente, tiene mil recursos sutiles para sobrevivir en lugar de basarse en la fuerza bruta. Mi compañera es Loque'Nahak y estoy orgullosísima de haberla conseguido porque es preciosa, silenciosa y letal.

  Me daría verdadera lástima deshacerme de esta elfilla virtual, o que de repente se borrara todo el tiempo invertido en ella... en mí, en muchas horas de mi tiempo libre. No niego que me gusta patear culos con ella, me produce una sensación muy chachi en el ego (que nunca está de mas hinchar un poco) aunque ya haya abandonado bastante este mundillo. Porque no puedo ni quiero seguir invirtiendo cantidades enormes de horas, días y semanas en esto.

Pero aún así ahí estoy.


Porque me puede el vicio, y porque soy una pánfila enamorada de su personaje y de los bellísimos parajes de este mundo virtual.  

domingo, 8 de julio de 2012

Defectos.



Yo tengo muchos defectos. Uno de ellos es que me exijo tanto en todos los aspectos que en cuanto no soy capaz de hacer algo bien me siento la persona más inútil del planeta. El mayor miedo que tengo es sentirme un lastre, o no estar a la altura de hacer las cosas como los demás y a la primera. No quiero estar por detrás ni quiero que la gente me tome por idiota, o por retrasada, porque sé que puedo ser muchas cosas pero no una necia ni una boba. Llamarme "tonta" o algo así es el peor insulto que se me puede dirigir, y me duele en el alma hasta el extremo de perder los papeles.

Lo peor es que estas situaciones en las que no soy capaz de igualar al resto, o no soy capaz de llevar algo a cabo de manera impecable, me retrotraen a una de las épocas más chungas de mi vida. Una época en la que me llegaron a convencer a mí misma de que no valía para nada, que no hacía nada bien y que mejor me quedase en un rincón porque solo hacía que molestar. Ese sentimiento me lo creó el Innombrable y aún tengo la herida dentro... y se me abre de vez en cuando, hasta en los momentos más estúpidos. Y me siento inferior y estúpida, me entran unas ganas irrefrenables de llorar.

Hoy Chicombre me ha dejado el coche para practicar, hace 8 meses que me saqué el carnet (la verdad es que sin problemas) y estos días lo he estado cogiendo para acordarme un poco. Ayer fui bien, pero obviamente no perfecto. Hoy... hoy lo he cogido en una zona residencial y del estrés me daba la sensación de que todo lo hacía mal. Sumado a que, obviamente, Chicombre me corregía ("eso no lo hagas otra vez", "no pises embrague", "reacciona"...) la sensación de inferioridad se me ha disparado por las nubes. Sé perfectamente que es una estupidez, que es normal que las cosas no me vayan a salir a la primera... pero si no hago las cosas perfectas entro en fase conmigo misma y mi propio cerebro empieza a repetirme todos los insultos que el Innombrable me dirigía para destruirme por dentro.

Soy afable. Además soy una persona muy despistada. Mucho. Y soy torpe, soy de ésas a las que se les suele caer las cosas al suelo o romper objetos sin querer. Forma parte de mí, al igual que dar la sensación de que vivo un poco en mi nube... y esto la gente lo asocia con "es tonta". Soy perfectamente consciente, aunque no digan nada, de que cuando me pasa una de estas cosas es el pensamiento que cruza el cerebro de otro. Por esto opté en la Universidad por entrar como si fuera una chunga, fingiendo un poco ser dura con los demás y sin callarme cuando me sentía en el punto de mira aunque luego se me comiera por dentro la culpa. Curiosamente, son ellos quienes me tratan con más respeto, y no aquellos a los que hablo con más dulzura. Curiosamente, son ellos quienes me reconocen por mi inteligencia y mis logros. Es como cuando eres demasiado amable o buena, y la gente intenta aprovecharse de ti. 

Y jode.

Jode porque me da la sensación de que no puedo ser yo misma sin que me coma ese sentimiento de inferioridad. O sin que me tachen de lerda.



Además, mi cerebro va a mil por hora y no sé si Chicombre me valora. Me da la sensación de se piensa que no se puede confiar en mi criterio porque, por despistada o por olvidadiza, o por torpe, acabaré haciendo mal las cosas. Soy perfectamente consciente de que puede ser una rayada mía, pero no lo soporto. No soporto esa mierda. No soporto el paternalismo ni que me traten como si me fuera a partir por la mitad, ni que piensen que no soy capaz de hacer las cosas... porque, sinceramente, soy inteligente y digna, y capaz de hacer todo.

.... Y cuando noto que no me creen capaz, algo dentro de mí se me muere. Y no quiero estar con personas que no me valoran o que no se interesan por conocer estos aspectos de mi personalidad. Por lo que me causa sufrimiento, o lo que me importa, o los detalles que me recuerdan a momentos muy duros.

Además, es como que yo misma infravaloro todos estos sentimientos propios, todo lo que a mi me molesta lo cubro con una capa de "Loba, estás idiota por sentirte mal, no tienes derecho a hacerlo". Creo que esto me viene por mi familia, en la que me han enseñado a reprimir mis sentimientos cuando algo me ocurría. A no llorar.

... ¿yo qué sé? Esta entrada es una mierda.

viernes, 6 de julio de 2012

me haría lesbiana por ti

Yo nunca he estado con una chica, me considero altamente heterosexual... aunque, cuando era más jovencita, tuve mis dudas. Quizá soy bisexual pero nunca me he atrevido a comprobarlo, podría ser. Lo que tengo claro es que me gustan los machotes más que a un tonto un lápiz.

Mira, va. Lo voy a contar. Aunque me da mucho corte.
Cuando estaba en bachillerato y estudiaba latín se me daba muy mal eso de las declinaciones y el análisis sintáctico (aunque mis traducciones intuitivas eran PERFECTAS mi profesora se negaba a aprobarme)... así que decidí buscar ayuda en el último trimestre a ver si me salvaba la asignatura. A mi madre le recomendaron una chica que daba repaso de latín y demás asignaturas de lengua, y aunque a mí no me hacía  gracia acepté por el bien de mi selectivo. Así que hablamos por teléfono y concertamos un día a la semana (sábado, recuerdo) para que yo fuera a su casa y que ella me ayudase.

¿Sabéis esos síntomas de enamoramiento totalmente adolescente?

Cuando la vi por primera vez me quedé hipnotizada mirando los ojos azules más bonitos que he visto nunca jamás, y el pelo oscuro muy liso. Aún me acuerdo de la sonrisa que tenía y su tono de voz. Era muy agradable y simpática. Se me aceleraba el pulso hasta el punto en el que el corazón me latía a mil por hora. Me  ruborizaba y me daba por tartamudear de los nervios. No podía apartar la mirada de ella.... vamos. Que sí.

Vamos. Venga, que nos distraemos...

Yo no me considero bisexual aunque os cuente esto, supongo que es algo que nos pasa a muchas. Hay chicas a las que les pone imaginarse en situaciones "chechuales" con otras mujeres y están tan felices con su hombre, y no tienen ganas de liarse con una señorita sino que es una fantasía. Yo no pienso en chicas mientras frunjo, y prefiero un hombre de espaldas anchas y algo brutote  para imaginar que me dan achuchones. De hecho siempre he estado con chicos y nunca me ha vuelto a pasar esa especie de encaprichamiento con una mujer. Aunque sinceramente, creo que si fuera lesbiana las cosas serían mucho más sencillas... o no. ¿Quién sabe? Sólo sé que no soy lesbi y que me gustan los pitos.

A lo que íbamos... comenzamos sección nueva con...

 MUJERES POR LAS QUE ME HARÍA LESBIANA


Beyoncé: esta a veces. Es muy guapa y tiene cara de ser simpática, agradable y maja. Me gustan sus curvas y sus caderas, y su forma de moverse... pero a veces va muy choni y se me queda en la boca un regusto amargo. Puntualizando, Beyoncé a veces.

Patricia Conde: esta chica me encanta. Es la bomba, tiene la pinta de ser más mala que el butoni y de ser pícara e inteligente. Además es una payasa total. Y me encanta. Y no me digáis que en la foto, aunque tenga photoshop, no es un pivón. Vamos, ya quisiera yo...



Ygritte: Rose Leslie interpreta brillantemente personaje de Juego de Tronos, y me gusta SOLO haciendo de esta tía.. No es un bellezón pero es sexy con ese pelo rojo y los ojos tan claritos. También sale en Downton Abbey pero sinceramente no me gusta. Así que no me gusta en otros papeles, solo en este. 



Mila Kunis: ¿Pero habéis visto esos ojos de gato? Es genial, explosiva, y también tiene pinta de ser la caña, de ser un terremoto. Demuestra tener una personalidad genial detrás de esa belleza peligrosilla ¿O no? A mí personalmente esta chica me encanta. Me parece una de las tías más frinkables del cine actual. 

jueves, 5 de julio de 2012

Serie: GIRLS

No soy nada, NADA, nada aficionada a las series etiquetadas como "para chicas". No he visto Sexo en Nueva York y me parece una chorrada casposa vista desde fuera. No he visto Gossip Girl y no me interesa en absoluto empezar una serie sobre fiestas y ropitas y tonterías adolescentes. Dejé de ver True Blood porque no me interesaba en absoluto el rumbo que estaba tomando todo, y porque no soportaba a la absurda de la protagonista. No me gustan los productos prediseñados para una masa de mujeres cuya supuesta prioridad es adelgazar, leer revistas como VOGUE, vestirse a la última moda y encontrar al hombre de su vida. Basura.

Puede que sea una cerrada total, o una prejuiciosa (sí, de hecho creo que cuando estoy convencida de algo no me saca nadie de ahí), pero creo que por eso mismo tengo bastante criterio en estas cosas. Así pues, y sin dudarlo un momento, voy a anunciar algo:

Esta noche me he visto entera la serie GIRLS



¿Que por qué me he decidido por verla? Por ESTA CRÍTICA. Os aconsejo leerla porque él mejor que yo  sabe analizar un producto televisivo, y yo no tengo tiempo hoy como para hacer una entrada sesuda acerca de mil y un motivos por los que deberíais darle una oportunidad... pero solo os voy a contar mis impresiones personales acerca de ella. Y no es una serie para chicas. De hecho, debería ser obligatorio ponerla a muchos tíos que conozco, a ver si se ven reflejados en algunas cosas.

Puntuación: 10/10

Olvidaos de ropa mona de marca, de chicos guapísimos de revista, de diálogos acerca de moda, de taxis que suben y bajan por las calles de Nueva York. Cuando esta serie comenzó a producirse, la gente la miraba con ironía y la tachaba de una especie de continuación-copia para jovencitas de "Sexo en NY"... para encontrarse el día del estreno con algo radicalmente opuesto, una crítica mordaz a esas series que nos envuelven entre algodones de color rosa chicle y nos estampan contra el cristal de la realidad. No hay chicas perfectas, y por algún brillante motivo la directora y protagonista, Lena Dunham, se aleja del prototipo de pijaza sobreactuada para mostrarnos en la TV unos personajes reales, de los que nos podemos cruzar por la calle, sin tipos de modelo, sin ser perfectas. Podríamos ser tú o yo. Pronto se la ha calificado como el gran descubrimiento televisivo de 2012, y se ha empezado a hablar de Lena Dunham (de 26 años) como la nueva Woody Allen... pero en mujer, e incluso más dura.

GIRLS no es drama, ni es comedia. Yo la encajaría como un reflejo de una generación, la de unos veinteañeros que no saben qué hacer con su vida. Gente decepcionada con su entorno, que no ve un futuro claro ni posibilidad de esclarecerlo, que no es valorada en su trabajo y que no sabe cómo llevar una relación personal. Amigos con los que realmente no tenemos tanto en común, sentimiento de soledad, frustración y un panorama económico muy negro. En GIRLS encontramos personas reales con problemas que podríamos encontrarnos en nuestro día a día, pero tratados con tanta ironía, desde un punto de vista tan empático, que nos parece la panacea.

En esta serie encontramos situaciones patéticas, humillantes, tristes... que todas hemos sufrido alguna vez. Y lo que interesa es ver cómo los personajes las van afrontando, porque cada una de estas chicas es "querible" por su personalidad marcada y diferenciada del resto. El amor, el sexo, la amistad, el trabajo, el dinero, la autoestima... no sé si decir que las protagonistas se buscan a sí mismas o una forma de sobrevivir al caos. Y a veces crea unas escenas demasiado incómodas para seguir mirándolas sin que se nos revuelva algo dentro.





Personajes:



Hannah es nuestra protagonista: una chica rellenita que está acostándose (y colándose) por un chaval asqueroso que la trata fatal. Por si fuera poco, trabaja como eterna becaria sin cobrar ni un duro, en una empresa en la que no la valoran, y sueña con ser escritora algún día gracias a su gran talento que, por unas cosas o por otras, no explota como debería. Pero sus padres ya están cansados de mantenerla y deciden dejar de darle dinero para que se las ingenie para bajar al mundo real. Así se encuentra en mitad de Nueva York, sin un céntimo, y con la cabeza a punto de estallar.



Marnie parece tener una relación perfecta: un buen chico que la quiere, detallista, mono... pero al que ella no quiere y ni siquiera desea sexualmente. Aún así, es incapaz de atreverse a tomar las riendas de su vida y asumir la situación, reaccionar. Esto, sumado a su personalidad controladora, siempre responsable y perfeccionista, la está llevando a un círculo de frustración y frigidez que la convierten en la "madre" forzosa, la "estirada", la "correcta". Es como ver a una señora en un cuerpo de joven. Al menos me da esa sensación personal. Y es un gran personaje que contrasta con las otras chicas.



Ésta es Jessa, y personalmente es la que menos me gusta de las cuatro amigas... porque no la entiendo. No entiendo por qué pasa absolutamente de todo, ni por qué tiene determinadas reacciones, ni de dónde sale, ni cuál es su pasado ni sus preocupaciones. No sé... lo único que capto de ella es que es mona y esa es su perdición: ella no busca llamar la atención, pero irremediablemente tiene a los hombres en la palma de la mano, y ella no es capaz (ni quiere) escapar de esa tentación de control y de estar por encima de ellos. Aunque todos se fijan en ella, parece estar viviendo en su propia nube de drogas y crack y cocaína. Es increíblemente bohemia y, como ya he dicho, todo se la suda. Desaparece y aparece a placer. Y no-la-en-ti-en-do.  ¡Por cierto, es prima de la chica que viene a continuación!



La visión de mujeres encadenadas a los series para chicas, a los libritos de moralina femenina barata, a los reality shows donde la gente va a encontrar pareja, a las comedias románticas... se manifiesta en Shoshana. Es un contrapunto perfecto para el resto de chicas. Shoshana es la más joven (22 años) y está obsesionada porque aún es virgen. Es parlanchina, afable en exceso, siempre parece un poco "por detrás" de las demás porque no conoce realmente el mundo de los hombres... y eso la hace vulnerable. Y asustada. Y frustrada.




-          Shoshanna (leyendo): <<Si un hombre no te lleva a una cita, no está interesado, simple y llanamente. Decir “quedemos como amigos” no es una cita, es para que él decida si eres realmente buena para tener una cita, y eso es inaceptable, señoritas>>.
-          Hannah: Tiene que haber excepciones para esa regla.
-          Shoshanna (leyendo): <<El sexo por detrás es degradante. Punto y final. Merecéis a alguien que quiera miraros a vuestra preciosa cara, señoritas>>.
-          Jessa: Y, ¿si quiero centrarme en otra cosa? (…) a esa mujer le da igual lo que quiero.
-          Hannah: Aquí viene mi pregunta: ¿Quiénes son las se-ño-ri-tas?.
-          Shoshanna: Obvia… nosotras somos las señoritas.
-          Jessa: Yo no soy la señorita.
-          Shoshanna: Sí, tú eres la señorita.
-          Jessa: Yo no soy de las señoritas…
-          Shoshanna (enfadándose): Sí que lo eres, eres de las señoritas…
-          Jessa: Eres injusta, no puedes obligarme a ser de las señoritas…
-          Shoshanna: No te obligo a ser una señorita… Tú sólo, vale, yo soy una señorita…ella es una señorita, tú eres una señorita… Nosotros somos señoritas.

miércoles, 4 de julio de 2012

Futuros maestros de chichinabo

Chicombre, aunque estudió una ingeniería, trabaja dando clases de ciencias a alumnos de magisterio en varias universidades. Estos días he estado tan desaparecida porque he estado ayudándolo a corregir exámenes, que tenía una pila de folios enorme encima de la mesa del escritorio. Conforme íbamos gastando bolis rojos (y echándonos alguna que otra risa a costa de algunas contestaciones, lo confieso), me ha dado por reflexionar acerca de quién da clase a los niños. Antes que nada, voy a aclarar que esta entrada no está orientada hacia que un futuro profesor de primaria se lo tome como una afrenta personal. Mi madre es maestra y, como podréis imaginar, no odio ése colectivo ni lo rechazo ¡Faltaría más! Yo no sé si esto que voy a escribir será cosa de las nuevas generaciones de profesores o de estudiantes de magisterio, pero la verdad es que el nivel deja bastante que desear. 


Según la experiencia que he obtenido corrigiendo durante días exámenes de tres universidades distintas he llegado a la conclusión de que quienes enseñan a los niños deberían saber más que los niños. Está clarísimo que muchos alumnos cumplen con el nivel con creces, pero... ¿por qué digo esta obviedad? Pues... porque tenemos un problema.


Primero, las faltas de ortografía garrafales. Para que os hagáis una idea, copio algunas perlitas: SUVIR, GRABEDAD, HOCSÍGENO (oxígeno), CANVIAR, ENBALSE, VARATO, TEZTO, MAQUIYAR, HABRIR, HANTIGEDAD (antigüedad)...etc. Y no estaban en uno o dos exámenes. Sino que de diez exámenes, solo 3 estaban sin faltas de ortografía graves... que de acentos ya ni hablamos. ¿Cómo van a aprender los niños a escribir bien si sus profes no saben? Yo tuve una profesora en primaria que escribía palabras comunes con faltas graves de las que los propios niños se daban cuenta... pues a mí me daría vergüenza. 


Segundo, redacción más que pobre. No son casos tan vistosos como los anteriores, pero solo con decir que Chicombre intenta no pedir respuestas largas para no bajarles puntos ya es bastante ilustrativo. "Lo primero que hay que decir es que en primer lugar hay que decir que se mezcla primero el comburente con el combustible. Como leña y papeles y maderas y palos y leña" Así textualmente, y durante todo el examen. ¿No dan ganas de empezar a bajar puntos?


Tercero, falta de conocimientos básicos. No es normal que un profesor de primaria, o un ser humano en general, no sepa si los pollitos son ovíparos o vivíparos. O dudar si los conejos nacen de un huevo o no. Ya no vamos a hablar de si las abejas son carnívoras o si las vacas toman leche cuando nacen. O ya puestos, si los reptiles tienen plumas. Parece que hay conceptos escabrosos aquí. 




... Y no quiero hacer sangre. Pero ¿no deberían los profesores ser más exigentes? ¿No deberían exigirles a los futuros maestros, por ejemplo, escribir decentemente bien y no aprobarlos si siguen teniendo esas faltas de ortografía? Aunque solo fuera eso. 


A riesgo de parecer una pedante del culo, yo alzo mi dedo acusador hacia los futuros maestros sobre los que se sostendrá el sistema educativo y les digo: No me seáis chonis, por favor. Y haced bien vuestro trabajo. Y corregid esa forma de escribir... o me veré obligada a utilizar con vosotros renovados métodos de estudio como la pluma de la Profesora Umbridge. Y me temo que no os va a gustar nada, nada, nada.